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Números Romanos: I-V-X-L-C-D-M

Actualizado 23 julio, 2020

La civilización romana fue sin duda una de las más importantes de la historia. El centro de esta civilización se encontraba en la hermosa ciudad de Roma y desde su fundación hasta que fue ocupada por pueblos extranjeros ha sufrido innumerables guerras.

Los romanos con el paso de los años han ido expandiéndose y ejerciendo su  control  por Europa, África y Oriente tanto para ampliar su territorio como para fusionar con diferentes culturas, costumbres y conocimientos.

Dentro de estos conocimientos podemos encontrar al sistema de numeración romano.  Hoy explicaremos en que consiste este sistema, como lo utilizaban y para que sirvió.

¿Qué es el sistema de numeración romano?

El sistema de numeración romano se desarrollo en la antigua Roma y fue utilizado luego en todo el imperio romano. Fue un sistema tan importante que siguió siendo utilizado luego de la desaparición del imperio, inclusive se sigue utilizando en la actualidad en algunos ámbitos.

Este sistema ha servido para llevar de  manera organizada el control de los territorios, de la producción, para establecer fechas, entre más cosas. El mismo era utilizado para expresar grandes cantidades  y fue un sistema tan importante que hasta el día de hoy se sigue utilizando. Esta basado en la numeración etrusca, la cual posee la característica de ser posicional, lo que la diferencia  del sistema de numeración decimal.

Los romanos no inventaron nuevos símbolos para su sistema de numeración, sino que utilizaron las letras de su abecedario para representarlos.  Seleccionaron siete letras y con ellas podían expresar y generar cualquier cantidad numérica.

Las letras eran las siguientes:

  • I: Tenia el valor de uno
  • V: Tenia el valor de cinco
  • X: Tenia el valor de diez
  • L: Tenia el valor de cincuenta
  • C: Tenia el valor de cien
  • D: Tenia el valor de quinientos
  • M: Tenia el valor de mil

Al representar dos letras iguales, los romanos sumaban el valor de las mismas. Por ejemplo:

  • II: 1 + 1: 2
  • XXX: 10 + 10 + 10: 30

A este sistema inicial se lo conoció como un sistema aditivo, es decir se sumaban uno por uno los símbolos.

Sistema de numeración aditivo

En el  sistema de numeración romano, los símbolos se leen de izquierda a derecha, dando al primero en representarse el mayor valor. De este modo, por ejemplo para representar el numero 999 escribían: DCCCCLXXXXVIIII.

Como podemos observar las letras de mayor valor son las que van marcando los grupos de cifras. Así podemos descifrar que D: 500, el cual tiene mayor valor que C: 100, L: 50, X: 10, V: 5 y I es igual a uno.

Este sistema de escritura de los números se vio obligado a evolucionar ya que no resultaba un sistema de fácil o rápida lectura. Al repetirse los distintos símbolos generaban confusiones y errores porque era frecuente contar símbolos de más o de menos.

Por este motivo el sistema de numeración romano se modifico a un sistema  sustractivo.

Sistema de numeración sustractivo

Este nuevo sistema modificado consistía en que la ubicación de un signo menor delante de un símbolo de mayor valor, resta. Otra de los  principales cambios de este nuevo sistema romano fue que se limito a un máximo de tres  la cantidad de veces que se puede repetir un signo o letra igual.

Siguiendo este nuevo sistema de numeración, el numero cuatro por ejemplo ya no se representa como IIII, sino que paso a representarse con las letras IV. En este caso como la I es de menor valor que la V, lo que se produce es una resta: I (1) – V (5) es igual a 4.

Volviendo al ejemplo que veíamos en el sistema de numeración aditivo (999) según este nuevo modelo se representa de la siguiente forma: CM – XC – IX. De esta manera:

  • C (que vale 100) – M (que vale 1000): 900
  • X (que vale 10) – C (que vale 100): 90
  • I (que vale 1) – X (que vale 10): 9

De este modo podemos obtener el 999 de una manera más sencilla, rápida y fácil de leer.

El sistema de numeración romano además impone ciertas reglas que hay que tener en cuenta para poder comprenderlo.

Reglas del sistema de numeración romano

A continuación detallaremos cuales son las reglas principales del sistema y como debemos seguirlas para poder comprender la numeración romana.

1) Los números deben leerse de izquierda a derecha y siempre comenzando por los números de mayor valor.  Por ejemplo:

VII es igual a 7

XIII es igual a 13

DII es igual a 502

2) Si a la derecha de una letra se escribe una con menor o igual valor, este valor deberá sumarse al anterior.  Por ejemplo:

III (1+1) es igual a 2

XII (10 + 1 + 1) es igual a 12

XXVI (10 + 10 + 5 + 1) es igual a 26

3) Si a la izquierda de una letra se escribe una con menor valor, este mismo valor deberá restarse de la cifra que le sigue. Por ejemplo:

IV (5 – 1) es igual a 4

XIX (10 + (10-1) es igual a 19

XD (500 – 10) es igual a 490

4) Los símbolos I, X, C y M solo podrán repetirse hasta tres veces seguidas y sumándose. Por otro lado las letras  V, L y D no pueden repetirse ya que están previstas otras grafías para expresar cifras más grandes.  Veamos algunos ejemplos:

Si queremos representar el numero 150, no podremos expresarlo por medio de tres L (LLL) ya que existen otras letras para expresarlo, la cual seria CL (100 + 50).

Otro claro ejemplo sería el numero 65, no se debe expresar como la suma de LVVV (50 + 5 + 5 + 5) sino que la forma correcta de expresarlo es LXV (50 + 10 + 5).

Caso contrario si queremos expresar el numero 305, si podremos escribirlo como CCCV (100 + 100 + 100 + 5) ya que no existen una grafía o letra especifica para representar al 300.

5) Cuando entre dos letras existe una cifra menor, este valor será restado del valor que le sigue. Por ejemplo:

LIL (50 + (50 – 1) es igual a 49

CCXL (100 + 100 + (50 – 10) es igual a 240

6) Otra de las características que fue incorporada con posterioridad en este sistema es el que surge de la duda de como representar mayores cantidades cuando no se pueden utilizar más de tres veces la misma cifra. Por ejemplo para describir el numero 4000 no esta permitido escribir cuatro veces la M, solo se puede tres.

En este caso lo que se hace es agregar líneas horizontales sobre la letra que representa a la cifra. Cada línea implica que se multiplicara la cifra por mil, y podrán dibujarse tantas líneas como cantidades se quieran expresar.

Por ejemplo si queremos representar el número 7000 la manera correcta de hacer sería: primero representamos el siete (VII), luego a este símbolo se le añade arriba una línea horizontal. Si queremos representar el numero 70.000 añadiremos dos líneas horizontales en vez de una y así sucesivamente.

De este modo el valor de los números romanos quedara multiplicada por mil tantas veces como líneas horizontales hayamos expresado.

El sistema de numeración romano ha sido adoptado a lo largo de la historia por muchas personas, pero aun seguía siendo difícil  hacer cálculos con dichos números. En algunos textos antiguos a veces se solían utilizar las letras en minúscula para expresar los números romanos, pero en la actualidad se utilizan solo las letras mayúsculas. La única excepción que se permite son aquellos números romanos que se utilizan para numerar apartados  o elementos de una lista que suelen escribirse habitualmente con minúsculas. A estos números se los suele llamar como romanitos.

Otro dato a tener en cuenta sobre este sistema de numeración es que al no ser un sistema decimal, no cuenta con la figura del numero cero. Por tal motivo es que los romanos desconocían a este numero que luego fue introducido en Europa por medio de la numeración arábiga.