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¿Sabes qué son las emociones?

Actualizado 23 octubre, 2020

Las emociones son el conjunto de reacciones orgánicas o psicofisiológicas que experimentan los seres humanos cuando responden a determinados estímulos externos que le permiten adaptarse a una situación especifica con respecto a una persona, a un objeto, a lugar, un suceso o un recuerdo.

Existen distintos tipos de emociones y es muy importante poder reconocerlas y trabajarlas.

¿Qué son las emociones?

Se conoce como emociones a las reacciones o respuesta fisiológicas que realiza el cuerpo humano ante determinados cambios que se generan en nosotros mismos o en nuestro entorno. Estos cambios son experiencias que se relacionan con actitudes, percepciones o determinadas creencias sobre el mundo, y que utilizamos para percibir una situación en concreto. De acuerdo a las experiencias de cada persona es que se reacciona de una manera u otra ante situaciones parecidas, y como respuestas se generan estímulos impulsivos o rápidos que verifican lo que esta ocurriendo y nos trasmiten el significado que tiene para nosotros.

La palabra emoción se origina del latín emotio, que significa impulso o movimiento. Es por eso que se dice que la emoción es una alteración, movimiento o cambio del animo a corto plazo pero con una mayor intensidad que un sentimiento. Los sentimientos son las consecuencias de las emociones, por tal razón es que se pueden verbalizar y que son más duraderas.

Las emociones son las distintas respuestas que nos da el cuerpo ante determinadas situaciones que se producen en  nuestro alrededor, con otras personas o con nosotros mismos. Las emociones nos trasladan información sobre como debemos actuar para poder darle al cuerpo lo que necesita y además saber interpretarlas nos ayudará a darnos cuenta lo que necesitamos en cada momento y también poder trasmitirle esa educación emocional a nuestros hijos para de este modo ayudarlos a mejorar el autoestima y la confianza en tu mismos.

Estas emociones pueden generar reacciones orgánicas que pueden ser psicológicas, conductual o bien fisiológicas. De estas reacciones es que se generan las emociones que están controladas por el Sistema Límbico (estructuras cerebrales que controlan las respuestas fisiológicas).  Además las emociones también pueden generar una expresión facial, que son muy parecidas en todos los seres humanos.

¿Para que sirven las emociones?

Tal como detallábamos anteriormente, las emociones son las portadoras de la información que nos indica que es lo que necesita nuestro cuerpo ante las distintas situaciones que ocurren en la vida de cada uno. Por lo general, las emociones son verdaderas y tienen más razón que lo que se esta pensando. Por tal motivo, es que se dice que cuando sentimos una cosa pero pensamos otra, debemos seguir lo que nos indique nuestro cuerpo, ya que esto logrará mejores resultados que seguir lo que nos indica la razón.

Podemos decir que las emociones sirven para que podamos comprender en las distintas situaciones que nos ocurran en la vida, que es lo que necesitamos para poder estar felices y satisfechos con uno mismo.

¿Cómo nos ayudan las emociones?

Gracias a las emociones podremos:

Conocernos mejor: al conocer las respuestas de nuestro cuerpo, podremos darnos cuenta que emoción sentimos y que nos esta indicando.

Conocer que necesitamos: al conocer las emociones podremos comprender que necesitamos y que nos quieren decir.

Aprender a manejarlas: cuando ya comprendemos lo que una emoción nos esta indicando, podremos manejarla y conseguir lo que necesitamos.

Descubrir recuerdos o sentimientos que nos están haciendo mal y cuales nos gustan y nos hacen bien.

-Aprender a controlar las emociones aumentará nuestro autoestima y nos permitirá ser más felices con nosotros y con las personas que nos rodean.

Tipos de emociones

Existen diferentes tipos de emociones que podremos clasificar en un determinado orden que va desde las emociones más básicas a las emociones más complejas. Veamos cuales son cada una de ellas:

Emociones básicas o primarias

Son aquellas emociones innatas que responden o reaccionan ante un estimulo. Un claro ejemplo son: la ira, la alegría, la tristeza, la sorpresa, el miedo.

Las emociones primarias son las que sentimos en el fondo y las que van a definir lo que sentimos verdaderamente. Cuando sentimos que estamos tristes y no hay ninguna emoción demás, estamos hablando de una emoción primaria o básica.

Las emociones primarias pueden a su vez clasificarse en emociones saludables y emociones no saludables. Las emociones saludables o también llamadas adaptativas son aquellas reacciones o respuestas que genera nuestro cuerpo ante las situaciones que están ocurriendo en dicho momento y que nos piden que cubramos una determinada necesidad, por ejemplo: la tristeza ante la pérdida de una ser querido, el enojo porque han pasado nuestros límites, el miedo ante una determinada amenaza, etcétera. Es necesario escuchar estas emociones y aprender a satisfacerlas.

Las necesidades generadas ante estas emociones saludables pueden ser:

-El miedo nos indica que estamos en peligro o que no estamos seguros.

-La sorpresa indica que existe algo nuevo y que vale la pena investigar.

-El asco nos indica que lo que estás probando o experimentando no es bueno o no nos gusta.

-El enojo indica que los límites nuestros se han sido sobrepasados o que no te están dando lo que solicitas.

-La tristeza indica que has perdido algo importante o que tu necesidad de amor y afecto no esta equilibrada.

-La alegría nos indica que has logrado una meta, un objetivo o que ha ocurrido algo muy bueno para nosotros.

Este tipo de emociones saludables, nos brinda información que nos permitirá gestionarlas y comprender como debemos satisfacer y que nos están reclamando nuestras necesidades.

-Enojo: establecer y proteger tus límites.

-Tristeza: llorar o refugiarte.

-Miedo: huir o atacar.

-Sorpresa: indagar en lo sucedido.

-Asco: expulsar.

-Alegría: disfrutar de lo ocurrido.

Por otro lado encontramos las emociones primarias o básicas que son consideradas no saludables o desadaptativas. Las mismas implican las reacciones o respuestas ante malestares duraderos por largos tiempos o años, que si bien siguen siendo emociones primarias no logramos gestionarlas de manera correcta y han quedado. Suelen ser respuestas a situaciones o acontecimientos vividos en el pasado, que surgen sin que seamos casi conscientes de ello.

Este tipo de emociones deber ser gestionadas de una manera particular, para poder aceptarlas, comprenderlas y de este modo cambiarlas.

Emociones secundarias

Este tipo de emociones son defensivas y esconden nuestro verdadero sentimiento o emoción primaria. Según el tipo de emociones, será mas o menos difícil detectarla como secundaria ya que a veces esta muy oculta, por lo general para poder protegernos de ellas.

Las emociones secundarias son aquellas que se ocasionan luego de la emoción primaria, por ejemplo: Culpa, orgullo, celos, ansiedad, esperanza, vergüenza, entre otras.

Dentro de las emociones secundarias podemos encontrar a las emociones instrumentales. Este tipo de emociones son utilizadas para obtener algo con un punto en la otra persona de influencia, e inclusive a veces de manipulación. Un claro ejemplo de esto puede ser aquella persona a la que nos acercamos porque siempre parece que está triste, nos da pena y nos demuestra que está triste cuando en realidad está buscando atención.

Otro buen ejemplo de estas emociones lo podemos ver cuando un ser querido va a realizar algo peligroso y le gritamos para que no lo haga. En este caso nuestra emoción primaria o básica es el miedo por lo que le pueda llegar a pasar, pero en vez de expresar dicha emoción, nos descargamos retándolo o enojados para que no realicen lo que iban a hacer.

Las emociones instrumentales suelen ser difíciles de detectar, ya que en varias personas ya son parte natural de su forma de comunicarse.

¿Cómo trabajar y reconocer las emociones?

Poder reconocer las distintas emociones que se generan en nuestro cuerpo es de gran importancia para poder tener una calidad de vida saludable y una buena salud mental. De esta manera, al poder reconocer nuestras emociones y las emociones ajenas, lograremos que la angustia sea menor.

Si bien a ciertas personas les resulta fácil el reconocer las emociones, a otras les cuesta un poco más y necesitan poder aprender a hacerlo. Reconocer nuestras emociones implica en tener la capacidad de poder identificarlas y aceptarlas, ya sean emociones propias o emociones ajenas.

El primer paso para poder ser capaces de reconocerlas es poder traer a la parte consciente de nuestra mente determinados aspectos de nuestra persona, que ciertas veces olvidamos, pasamos por alto o evitamos aceptarlo. Una vez cumplido este paso podemos comenzar a desarrollar la Inteligencia Emocional. Cuanto más rápido podremos aceptar estos criterios objetivos, más rápido podremos entender como nos sentimos y como repercuten en nosotros las emociones.

Para poder comprender nuestro lado emocional debemos poner en practica los siguientes aspectos:

-Poder aceptar y comprender el verdadero motivo de las emociones: cada una de las emociones que atravesamos tiene un motivo y un significado en particular. Poder aceptar las distintas situaciones nos hará capaces de afrontar las emociones y reconocerlas

Comprender y reconocer el entorno: el entorno que tenemos tiene una gran influencia en nuestro nivel de emocionalidad. Las distintas situaciones que se generan en nuestro entorno nos provocan sentimientos de varios tipos. Por este motivo, el poder reconocer nuestro entorno y teniendo un mejor dominio del mismo, nos ayudará a comprender a la perfección que es lo que genera las emociones que nos atraviesan.

-Ser consecuente con las nuestras acciones: para poder comprender mejor nuestras emociones, es importante ser consecuentes con nuestras acciones. Esto implica que nuestros pensamientos y nuestros actos comiencen a ir por el mismo camino.

Prevenir ante las emociones negativas: una vez que logremos identificar cuales son los factures que nos producen angustian, podremos ser capaces de prevenir la entrada de dichos factores. Con esto podremos disminuir las posibilidades de atravesar situaciones o emociones negativas que generen un bloqueo en nuestra capacidad de análisis.

-Poder comprender las situaciones tal como están sucediendo: este consejo involucra a la capacidad de cognición que tenemos los seres humanos. Esta capacidad implica el poder utilizar los procesos mentales superiores, es decir: el pensamiento lógico, el análisis, la interpretación, la memoria, entre otros.  Estos procesos mentales nos ayudarán a comprender cuando una emoción es muy real y cuales son las mejores alternativas para afrontar la situación.

-Poder comprender y aceptar que determinadas situaciones o cosas están fuera de nuestro control: hay determinadas situaciones sobre las cuales no podremos actuar para modificar su resultado en la forma en que querríamos. Es muy importante poder comprender y aceptar esta limitación. Poder comprender esto nos ayudará a ser personas más sensatas y a mejorar la capacidad de reconocer las emociones en todo su campo, comprendiendo que algunas no las podremos manejar a nuestro gusto.

Como trabajar las emociones en familia

Es muy importante poder transmitir a los hijos que no existen emociones buenas o emociones malas, sino que todas son necesarias y poder enseñarles de que manera superar las situaciones de conflicto y los momentos de frustración.

Algunas opciones para poner en práctica en casa y en familia:

-Mantener una comunicación abierta con los sentimientos de cada integrante de la familia, hablar con naturalidad, escucharnos, expresar las emociones.

-Poner en practica actividades para enseñar a reconocer las emociones, por ejemplo: juegos educativos, lectura de cuentos, películas,  trabajar con imágenes que demuestres las distintas emociones.

-Armar un libro o diario familiar en donde cada uno de los integrantes de la familiar pueda compartir sus preocupaciones, experiencias o situaciones que les han ocasionado emociones, ya sean positivas o negativas.

-Incentivar la autonómica y la seguridad de las capacidades de cada uno.

-Promover e incentivar los contactos y relaciones sociales de la familia, no ser un núcleo cerrado.

-Trabajar la inteligencia emocional, si uno maneja bien las emociones y los sentimientos podrá transmitírselo a sus hijos de manera correcta.

La emoción y los tipos de reacciones

Quienes estudian las emociones, determinaron que existen tres tipos de reacciones emocionales, las cuales son:

Reacciones fisiológicas: Son las primeras reacciones de emoción que se producen de forma involuntaria. Esta respuesta o reacción involucra al Sistema Nervioso Autónomo, al Sistema Endocrino, a las expresiones faciales, a los cambios hormonales y al tono de voz.

Reacciones psicológicas: involucra a la forma en que es procesada la información, de que manera se percibe lo que se produce en un determinado momento ya sea de manera consciente o de manera inconsciente y dependiendo de las experiencias.

Las emociones ocasionan respuestas o reacciones inesperadas que se adaptaran al entorno. Esto es lo que conocemos como los procesos cognitivos que realiza el ser humano y que además se relacionan con el entorno sociocultural de la persona. Si bien no se puede determinar que tipo de conducta generará una emoción, si nos permite expresarnos y dar a conocer nuestro estado de ánimo, cuales son nuestras necesidades, las fortalezas o las debilidades, etcétera.

Reacciones conductuales: toda emoción nos produce un cambio en el animo y en la conducta, que las reflejaremos por medios de los gestos corporales como pueden ser una sonrisa, una llanto, un ceñido de cejas, entre otros. Las expresiones faciales más reconocidas por todos los seres humanos son las de la alegría, la tristeza, el miedo y el enojo.

Diferencias entre emoción, sentimiento y sensación

Los conceptos de emoción, sentimiento y sensación suelen parecer similares, pero no lo son. Si bien tienen en común que  todos ellos son patrones de la respuesta emocional que genera nuestro cuerpo y todos ellos trasladan la información que necesitamos para satisfacer nuestras necesidades, es decir que los tres términos son reacciones que genera nuestro cuerpo y con ellas nos informa de lo que distintas situaciones suponen o significan para nosotros. Sin embargo podemos diferenciar a cada uno de estos términos:

-Las emociones están más relacionadas a los estados afectivos o a las diferentes reacciones generadas ante el entorno acompañadas de cambios orgánicos influidos por la experiencia.

-Las sensaciones dependen más de cómo nuestros sentidos reaccionan frente a las distintas variaciones que se generan en nuestro entorno. Además las sensaciones pueden referirse a la esfera afectiva, por ejemplo las ganas de llorar, y a la intelectual por ejemplo sentirse perdido.

-Los sentimientos están relacionados más a los conceptos globales de cómo nos vemos a nosotros mismos y a la vivencia corporal sentida.

Veamos un ejemplo para identificar los tres términos: si ganamos un premio por un trabajo que nos llevo mucho esfuerzo, la sensación que tengamos seguramente es de alegría o de querer reír, pero también nos emocionará de alegría al recibir el premio pero también de tristeza si damos los agradecimientos y nos acordamos de esa persona especial que nos gustaría que haya estado y no esta. Luego de recibir el premio tendremos la satisfacción de haberlo recibido y de saber que nuestro esfuerzo y trabajo valió la pena.