Actualizado 1 marzo, 2023
Panamá tiene uno de los más variados ecosistemas por encontrarse en el trópico, los principales son: de selva, de desierto, de montañas y acuáticos.
A pesar de que Panamá no ha adoptado un sistema de clasificación de ecosistemas que permita realizar una evaluación adecuada de su riqueza natural, se sabe que existen en el territorio nacional 12 zonas de vida de las 30 que existen en el mundo.
Cuáles son los ecosistemas principales de Panamá?
Las características geológicas y geográficas de Panamá permiten la existencia de múltiples ecosistemas que dan abrigo a toda su diversidad biológica.
Más del 70% de la superficie del planeta está cubierta de agua. Panamá debido a su privilegiada posición geográfica y predominio de los climas tropical lluvioso y muy lluvioso sobre el clima tropical seco genera una diversidad increíble de ecosistemas marítimos y acuáticos en sus costas que pueden derivar desde espesos manglares hasta hermosas playas de arena blanca.
Ecosistemas acuáticos de Panamá
Los Ecosistemas marinos
Estos ecosistemas están distinguidos generalmente por los arrecifes, coralinos y las zonas de manglar son ecosistemas altamente productivos, objetos de grandes presiones y serias amenazas que se encuentran tanto en la zona Atlántica y Pacifica de Panamá. El desarrollo urbanístico, las obras portuarias y acuícola, los asentamientos humanos y sus residuos han estado desapareciendo poco a poco nuestra gran biodiversidad de ecosistema marinos amenazando las especies que viven en estas, haciéndolas migrar, hacerlas competir por el alimento o morir.
La mayoría de este ecosistema es muy famoso por las actividades realizadas por el hombre en ellos. Tales como el buceo, el surf, pesca deportiva, entre otras actividades.
En estos ecosistemas se encuentran gran diversidad de especies marinas en sus paisajes submarinos como en el de los Cayos Zapatilla, que forman parte del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, en Bocas del Toro, no dejan de asombrar a sus visitantes, al igual que Punta Vieja, Punta Hospital, en Cayo Nancy y Cayo Crawl y entre otras partes más de nuestra Panamá.
Otras actividades del hombre, puede afectar los ecosistemas alterándolos, forzando a sus especies a migrar y escaseando sus alimentos llevándolos a la extinción de determinadas especies. Algunas como la pesca deportiva y pesca comercial que involucra la explotación de las áreas de la plataforma continental, suelen ser unos de los graves problemas de los ecosistemas acuáticos.
Ecosistemas Continentales o aguas dulces
La abundancia de agua, en cantidad y calidad, ha sido el factor clave para el abastecimiento sanitario de poblaciones, el transporte fluvial, el riego, las canalizaciones, la acuicultura, el ornato, la minería, la industria, la producción energética, el Canal de Panamá y otros. En el funcionamiento del Canal de Panamá se requieren más de 10 millones de metros cúbicos de agua al día, que provienen de los cuerpos de agua existentes en la Cuenca.
El agua dulce constituye un componente esencial de todos los ecosistemas continentales. El desarrollo y la calidad de vida de la población están en clara dependencia de la oferta, tanto en cantidad como en calidad, del agua.
Las actividades humanas amenazan con sobrepasar el límite de la capacidad de regulación y autocontrol que tienen los ecosistemas, mientras que los Planes de Desarrollo Nacional, a pesar de que consideran los múltiples usos de estos recursos, no han desarrollado una verdadera y adecuada política de manejo y protección de los mismos.
Algunas prácticas, como la tala indiscriminada, la inadecuada disposición de los desechos sólidos, el uso de plaguicidas, la extracción de piedras y arena de los cauces de ríos y la introducción de especies exóticas, están generando impactos que alteran las características de los cuerpos de agua. Por otro lado, los cambios climáticos podrán tener grandes y graves consecuencias en el suministro de agua dulce. La entrada de agua salada podría afectar el manto freático y los acuíferos y las zonas costeras bajas.
La sedimentación en los embalses y cuerpos de agua es otro grave problema, en donde los sedimentos y el agua compiten por la ocupación del mismo espacio físico. La deforestación y el asentamiento de poblaciones humanas son algunos de los causales de esta situación, cuyos antecedentes son la sobreexplotación de los recursos forestales, la extracción de piedras y arena de los cauces de ríos y la introducción de especies exóticas, el cambio de uso de la tierra y la necesidad de procurar alimentos básicos a una parte importante de la población.
Ecosistemas terrestres de Panamá
Son aquellos en los que la flora y fauna se desarrollan en el suelo o subsuelo. Dependen de la humedad, temperatura, altitud y latitud, de tal manera que los ecosistemas biológicamente más ricos y diversos se encuentra a mayor humedad, mayor temperatura, menor altitud y menor latitud.
Los ecosistemas pueden clasificarse según el tipo de vegetación, encontrando la mayor biodiversidad en los bosques, y esta va disminuyendo en los matorrales, herbazales, hasta llegar al desierto. Según la densidad de la vegetación predominante, pueden ser abiertos o cerrados.
Los ecosistemas terrestres están caracterizados por fluctuaciones de temperaturas más amplias, tanto diarias como estacionales comparados con los ecosistemas acuáticos de climas similares. La disponibilidad de la luz es mayor debido a que la atmósfera es más transparente que el agua.
El 30% de la superficie terrestre está cubierta por bosques y estos, además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, pues protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena.
Cada año desaparecen 13 millones de hectáreas de bosque y la degradación persistente de las zonas áridas ha provocado la desertificación de 3600 millones de hectáreas.
La deforestación y la desertificación, provocadas por las actividades humanas y el cambio climático, suponen grandes retos para el desarrollo sostenible y han afectado la vida y los medios de vida de millones de personas en la lucha contra la pobreza.
Se estima que la cobertura forestal de Panamá abarca el 57% de la superficie terrestre del país, con un estimado de 2.500 especies de árboles. El istmo es un corredor natural que conecta el norte y sur del continente americano. Precisamente nuestros bosques nos han sitiado en un lugar privilegiado.
La capital de este país es la única ciudad de América Latina con un bosque tropical a menos de 10 minutos del centro y fácil acceso a parques nacionales, algunos de los cuales han sido declarados Reservas de la Biosfera y Paisajes Patrimonio Mundial, además de bosques lluviosos donde se puede apreciar una enorme variedad de flora y fauna.
Panamá siempre ha valorado su patrimonio natural y por ello protege su medio ambiente, destinando más del 30% de su territorio nacional a reservas naturales.
Las aves representan un rico potencial ecoturístico. Un importante sitio para avistamiento es el Parque Internacional La Amistad, donde se han identificado más de 425 especies de un total de 925 reportadas a nivel nacional.
Este parque brinda la oportunidad de conocer comunidades indígenas como el grupo étnico Teribe o recorrer senderos ecológicos como La Cascada y El Retoño.
El ave nacional de Panamá es el Águila Harpía, considerada el animal de rapiña de mayor poder en el mundo. La avifauna cuenta con 20 de las 27 especies vivientes en el mundo. Hay 214 especies de reptiles, 143 especies de anfibios, 255 de mamíferos y 1.500 especies diurnas de mariposas. En la provincia de Chiriquí se encuentra el Parque Nacional Volcán Barú, uno de los picos más elevados de Panamá.
El país es un centro de conexiones aéreas con 29 de las más importantes ciudades de América Latina y Estados Unidos. El Aeropuerto Internacional de Tocumen es un importante punto donde convergen vuelos desde y hacia las principales ciudades del mundo, como Los Ángeles, Miami, Houston, Atlanta, Madrid, Buenos Aires, San Pablo y México, además de varias de Europa. Las más importantes aerolíneas.