Actualizado 6 octubre, 2021
Los pregoneros nos dejaron múltiples frases que perduran en la actualidad y que los inmortalizaron en la historia. A continuación los mejores pregones callejeros, cortos y mexicanos, con su significado.
¿Quiénes fueron los pregoneros?
El pregonero apareció como figura histórica a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Era un oficial publico, que tenia como objetivo promulgar información de interés a la población. El pregonero se comunicaba a través de frases cortas y repetitivas que gritaba o cantaba para llamar la atención del publico.
También hubo pregoneros judiciales, que acompañaban al acusado, promulgando su delito y tenía la función de impartir vergüenza en el implicado. Se encontraba presente en la pena de muerte y en los azotes.
Posteriormente se comenzó a utilizar este acto de promulgación con un fin distinto, el de vender. El comercio ambulatorio comenzaba desde muy temprano, las personas ofrecían sus productos, contando las diferentes ofertas a través de versos. Debemos comprender que en esa época eran una de las fuentes principales de suministro ya que no existían mercados como en la actualidad. En ocasiones estos vendedores también se reunían en la plaza principal de la ciudad o del pueblo.
Los pregoneros comerciales por lo general eran esclavos africanos o mulatos que también sufrían la esclavitud, por lo tanto no recaudaban nada ellos, todo era para sus amos.
Los pregoneros fueron desapareciendo paulatinamente, debido a la construcción de grandes ciudades, donde los edificios no permitían el paso de sonido. Por otro lado la prensa escrita y otros medios de comunicación dejaron inutilizable este servicio. Por ultimo, los pregoneros también sufrían mucha inseguridad.
Pregones mexicanos
Presentamos algunos pregones utilizados durante esta época en México.
¡Tamaa-leees oaxaqueñoooos, llevee sus ricos tamales…!
¡Pásele a los tamalitos y al atole; son estilo Veracruz!
– ¡Elotes cocidos, tamales de elote! ¡Lleve los elotes o su tamal de elote!
¡Caballero, damita, vea nomás que barato le traigo el kilo de jitomate!
¡Tortillaaas, lleve sus ricas tortillas calientitaaas!
¡Quesito fresco, mija, queso adobera, queso fresco, queso Oaxaca y queso-badera!
¡El cacahuate, la guasana! ¡Pase! ¡Todo bien cocidito!
¡Caña fresca, coco tiernito, agua de coco!
¡Buñue…los enmieladitos!
¡Güerita, lleve la verdura, la fruta! ¡Le traigo el aguacate bara, todo bara! ¡Pásele!
¡Lleve sus ricas frutas, que la calor ´ta dura!
En la actualidad podemos ver algunos resabios de este trabajo que fue tan importante en el siglo pasado en vendedores ambulantes, aquellos que ofrecen comidas como tamales en México o churros en Argentina. O productos como artículos de limpieza o joyas en la calle.
Asimismo esta tradición continua en algunos pueblos pequeños cunado se quiere dar a conocer una noticia urgente y la infraestructura lo permite.
Pregones callejeros
El escobero: era quien proveía de escobas, plumeros y otras cosas necesarias para la limpieza.
Aquí llega el escobero, que la quiere ayudar, mis escobas y plumeros, si que barren de verdad. Escoberooooo!!!!!!
Escobas y plumeros con plumitas de avestruz! Limpia la casita con aire de libertad.
¡Escoberoooo! para barrer al Virrey… no hay como las escobas de Miguel! Escoberooooo!
Aquí llega el escobero que la quiere ayudar, mis escobas y plumeros si que barren de verdad. Escoberooooooo!
El vendedor de velas: era un pregonero esencial, ya que en esa época no existía la electricidad, por lo que sin velas o faroles era imposible iluminar. Además hacer fuego era muy peligroso, ya que en caso de descontrolarse se extendían rápidamente por los materiales de la casa, devoraba todo a su paso, madera, paja, etc. y eran muy difíciles de apagar.
Aquí vengo con mi antorcha, para encender su farol, la luz que pongo en su calle, se parece a la del sol
Cómpreme niña una velita, para llevarle a la virgencita
El farolero: era el encargado de mantener encendidos los faroles de la calle. También se encargaba de su mantenimiento, es decir, los reparaba y los cambiaba cuando era necesario.
Velitas, velones, que alumbran tus salones. Vendo velitas que hacen tus noches claritas.
¡Encendedor de faroles! en el caer de la tarde, eres quien alegremente ilumina viejas calles. Con esta vara muy fina las velas encenderé, y la noche se hará día en la ciudad del Virrey..
La lavandera: esta pregonera se encargaba de buscar la ropa, lavarla en el rio, y devolvérsela a sus dueños limpia. Una especie de servicio de lavandería del 1800.
Voy caminando al río, para lavar su ropita, verá linda señora , cómo queda blanquita
Para tener la ropita de primera, désela a esta negrita, que es la mejor lavandera.
La ropa me llevo al río, las manchas voy a fregar, para que limpias y radiantes, las prendas pueda entregar.
El aguatero: probablemente el pregonero mas importante, ya que proveía agua del rio. En los hogares por lo general tenían un pozo pero el agua era muy mala, por lo que se compraba agua del rio que traía el aguatero en una carreta y que luego repartía a pie. El agua de la época no conocía los estándares de potabilización de la actualidad.
¡Agua fresca y pura, agua para calmar la dulzura!
Agüita fresca, traigo del río, para que tomen todos los días.¡Aguateroooo!
Agua fresca y pura, ¡Cuánto rinde y dura!
Agua, agüita ¡para las damas bonitas!
Soy el aguatero, reparto el agua que al gran río voy a buscar. Es agua dulce para lavarse, preparar mate y amasar.
Vendo agüita fresquita, para refrescar su boquita
Cocineras: En la época era bastante común que se ofrecieran comidas en la calle, los pregones hacen referencia especialmente a las empanadas, la mazmorra y los tamales.
¡Empanadas calientes, para las viejas sin dientes!
Mazamorra caliente para las negras sin dientes!
Mazamorra para la fiesta o para después de la siesta.
Cómpreme señora para llevar a su mesa.
Mazamorra dorada, para la niña mimada, mazamorra caliente, para la abuela sin diente.
Los panaderos: también eran vendedores esenciales, ya que en la dieta de la época el pan estaba mucho mas presente que en la actualidad, y no había otra forma de obtenerlo mas que comprar a los pregoneros o producirlo.
El lechero: este labor consistía en ordeñar todas las mañanas al animal en la estancia o granja y luego llevar la producción a la ciudad, esto lo hacían en barriles de madera o metales como aluminio.
Vendo lechita blanquita, para tomar en tacita, leche recién ordeñada, para tomar de mañana.
Pregones cortos
Para poder situarnos en el clima de la época, debemos entender que todos estos trabajos se llevaban adelante con otra lentitud, ya que el proceso completo era llevado a cabo por el pregonero: juntar o producir, trasladar, repartir, cobrar, etc. Si bien conllevaban mucho esfuerzo, no tenían apremio del tiempo para terminar rápidamente, como se ve en la actualidad.
Delicioso mango para que baile el tango.
Trozos de zapote, toma el más grandote.
Cómprame la uva, antes de que suba.
Rica sandía para el que come y el que cría.